¡Una deuda pendiente hacia la población migrante trabajadora!

Guatemala, 18 de diciembre 2019 – A 29 años de haberse aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1990, LA CONVENClÓN INTERNACIONAL SOBRE LA PROTECClÓN DE LOS DERECHOS DE TODOS LOS TRABAJADORES MIGRATORIOS Y DE SUS FAMILIARES, y a 22 años que el Estado de Guatemala adopta dicho instrumento, siguen evidenciándose la situación de vulnerabilidad en que se encuentran los trabajadores y trabajadoras migratorios y sus familiares.

El aumento de las flujos migratorios masivos conformado por personas provenientes de los países que integran el triangulo norte, es una manifestación de la falta de reconocimiento de esos derechos; son los migrantes los afectados directamente ante la ausencia de acciones concretas por parte de los Estados, en búsqueda de mejores oportunidades laborales y calidad de vida.

A pesar de que el trabajo de la población migrante representa un crecimiento económico para las países; el rechazo, la desigualdad, la xenofobia y la discriminación, han propiciado un entorno «amenazador» y la falta de políticas públicas integrales, impiden el reconocimiento de los derechos de los trabajadores migratorios y sus familiares, que incluyen la deportación forzada, sin garantizar un debido proceso, vuelven a la inestabilidad económica, social y cultural en sus países de origen.

Actualmente existen varios desafíos en cuanto a la situación y condiciones particulares de las personas migrantes a nivel nacional, regional e internacional, siendo la inseguridad que viven en el trayecto migratorio, por falta de compromisos de las Estados en garantizar un transito seguro dentro de sus fronteras, situación que es aprovechada por grupos del crimen organizado, quienes ejercen violencia contra de la población en movilidad.

Casa del Migrante, como institución que vela por los derechos humanos de la población migrante, ve con buenos ojos todas aquellas acciones que se han realizado desde los distintos sectores sociales, en búsqueda de mejores condiciones que promueven el respeto a la dignidad para la población en situación de movilidad (migrantes y solicitantes de asilo). Sin embargo, consideramos que la misión cobra nuevo viso, debido a que estamos en un punto crucial a nivel regional e internacional, en el que se están gestando políticas migratorias anti-inmigrantes que van en detrimento de los derechos humanos ratificados en los instrumentos internacionales.

Con motivo de la conmemoración de LA CONVENClÓN INTERNACIONAL SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE TODOS LOS TRABAJADORES MIGRATORIOS y DE SUS FAMILIARES, la Casa del Migrante de los Misioneros de San Carlos Scalabrinianos, exhorta a:

  • Los Estados, a cumplir con las obligaciones internacionales adquiridas en los distintos instrumentos en materia de derechos humanos;
  • Los Organismos lnternacionales, estén vigilantes y coadyuven proactivamente en el cumplimiento de los derechos de la población migrante, así como a las obligaciones adquiridas por los Estados a nivel internacional;
  • Y a las organizaciones de sociedad civil, a continuar realizando acciones en beneficio de la población migrante, en observancia estricta de los derechos de los trabajadores migratorios y sus familias.

«No se trata solo de migrantes» Papa Francisco

P. Mauro Verzeleeti, CS
Director de la Casa del migrante Guatemala y El Salvador