El 9 de noviembre de 1997, el Papa Juan Pablo II proclamó beato al fundador de la congregación de misioneros Scalabrinianos. Aquí está el mensaje del P. Chiarello, superior general.
Roma, 11 de noviembre de 2019 – El 9 de noviembre de 1997, el Papa Juan Pablo II proclamó al obispo Giovanni Battista Scalabrini beato, fundador de la congregación misionera Scalabriniana. Una fecha importante, porque también incluye la celebración de la dedicación de la basílica de Letrán, la madre de todas las iglesias.
Para la ocasión, el P. Leonir Chiarello, superior general de la Congregación Scalabriniana, nos ofrece su reflexión sobre la actualidad del mensaje del Fundador. «Reconocido como beato hace veintidós años, pero vivió sustancialmente en el siglo XIX, ¿qué puede decir en nuestros días»? Pregunta el P. Chiarello, quien luego articula su respuesta en tres puntos que corresponden a tantas características de los beatos: un anhelo de santidad, amor por la Iglesia, una mirada conmovida hacia los hermanos.
El P. Chiarello: «Tomemos la mirada de Scalabrini como nuestra»
«No se trata simplemente de ver a los migrantes, escribe el superior general Scalabriniano. Muchos los ven, tal vez demasiado, especialmente cuando se trata de señalarlos en su diversidad, en sus errores, en que nos molestan porque se han convertido nuestros vecinos sin preguntarnos. Se trata de mirarlos como Scalabrini los miró, una mirada «conmovida», una mirada que lleva a la pregunta: «¿Cómo puedes remediar esto?»
El Papa Francisco a menudo nos ha advertido contra la indiferencia. La indiferencia es mirar sin ver. Tomamos la mirada de Scalabrini como propia, una mirada que se siente herida por la indiferencia y la injusticia, pero que responde a las heridas con amor «.