El SIMN cree en el poder del empleo y el emprendimiento para cambiar vidas, especialmente para los migrantes y refugiados. Para mantenerse a sí mismos y a sus familias, las personas en movilidad necesitan ingresos estables y decentes; el SIMN les ayuda proporcionando cursos de cocina, costura e informática, entre otros, así como conexiones con empleadores locales y capacitación empresarial para migrantes que buscan iniciar sus propios negocios. Cada año, miles de personas encuentran trabajo a través de los programas del SIMN en Brasil, Chile y Suráfrica, sin mencionar el aprendizaje agrícola en Italia, los empleos tecnológicos en México, el procesamiento de alimentos en República Dominicana y los préstamos para pequeñas empresas en Colombia. Dado que muchos migrantes son indocumentados, los Scalabrinianos trabajan con los gobiernos para vincular la capacitación de habilidades a la residencia y visas de larga duración, como ocurre en gran parte de América Latina.