Roma, 18 de febrero de 2018 – En términos globales, se acentúan las asimetrías nacionales, regionales o internacionales. Por todas partes se profundiza la brecha de los desequilibrios socioeconómicos. El pico de la pirámide social se aleja cada vez más de la base. La globalización de la economía trae embutida la concentración de renta y riqueza, por un lado, y la exclusión social, por el otro. Al mismo tiempo que una minoría privilegiada se beneficia de
Frontera en tres dimensiones
