En el marco del Diálogo Internacional sobre Migraciones de la OIM, el director de desarrollo y políticas del SIMN, Víctor Genina, intervino en el panel “Construyendo Ciudades y Comunidades Resilientes y Pacíficas” para denunciar la externalización de fronteras y de los procedimientos migratorios y de refugio, así como la criminalización de los migrantes, como las causas de fondo en el creciente número de muertes de migrantes, incluidas las ocurridas en Ciudad Juárez.
Nueva York, 31 de marzo de 2023 – Aquí el texto de la intervención de Víctor Genina:
El SIMN es una organización parte del Action Committee on Migration, del NGO Committee on Migration y de la Red Clamor en Latinoamérica.
Con más de 135 años de experiencia, la congregación Scalabriniana ha trabajado en beneficio tanto de las personas en movimiento como de las comunidades de acogida, partiendo de una premisa simple pero profunda: este encuentro humano es mutuamente beneficioso y enriquecedor, tanto para quienes llegan como para quienes les reciben, constituyendo ello la base de comunidades pacíficas.
Por ello, SIMN aprovecha esta oportunidad para expresar su consternación por lo ocurrido en Ciudad Juárez, México, el pasado 27 de marzo. En primer lugar, la Comunidad Scalabriniana desea expresar sus más profundas condolencias y solidaridad con las familias de las víctimas.
En segundo lugar, como muchas otras organizaciones, en el pasado reciente hemos expresado nuestra más enérgica oposición a la externalización de fronteras, la externalización de los trámites migratorios y de refugio, así como a la criminalización de las personas migrantes. Estos son los tres factores principales detrás de la muerte de 40 migrantes en el centro de detención migratoria de Juárez.
En tercer lugar, apoyamos el llamado del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, al Gobierno de México para que realice “una investigación exhaustiva sobre este trágico hecho” para conocer sus causas. La transparencia y la rendición de cuentas son de suma importancia para evitar la impunidad en este caso criminal. Asimismo, demandamos poner fin a la detención arbitraria para las personas en situación de movilidad humana, tal como ha recomendado el Comité de Trabajadores Migrantes.
Finalmente, llamo la atención de todos los estados y organizaciones internacionales sobre una tendencia extremadamente preocupante: los migrantes están muriendo, cada vez en mayor número, ya sea ahogados en el océano, perdidos en el desierto, asesinados en su viaje o, como ahora, quemados vivos o asfixiados en un incendio en un centro de detención migratoria. Según la OIM, más de 900 migrantes han muerto solo en los primeros tres meses del año y más de 22.000 desde la adopción del Pacto Mundial para una Migración Ordenada, Segura y Regular, en 2018.
Si bien esta tendencia es preocupante, tal vez lo sea más la desconexión entre lo que ocurre aquí, en la ONU, y lo que sucede sobre el terreno. Un número creciente de migrantes que pierden la vida no puede ser una expresión de progreso en la implementación del Pacto Mundial, y sin acciones concretas para evitar más muertes, como ampliar seriamente las rutas regulares de migración, no lograremos ningún avance en la implementación del Pacto Global.