New York, enero 25 de 2017 – La Red Internacional de Migración Scalabrini (SIMN), con más de 270 programas que sirven a migrantes de todo el mundo a través de escuelas, refugios, centros comunitarios e institutos educativos, operados por la Congregación de los Misioneros de San Carlos – Scalabrinianos, participó ante la Orden Ejecutiva de los Estados Unidos sobre Inmigración con la siguiente declaración:
“A través de nuestro trabajo vemos las injusticias contra migrantes y refugiados que buscan seguridad y una vida mejor, efectuadas por contrabandistas, agentes de la ley y traficantes de personas. Entendemos la importancia de las políticas migratorias que protegen los derechos de las personas en movilidad y alientan a las naciones a cumplir sus obligaciones con los derechos humanos, de conformidad con las leyes nacionales e internacionales.
Las órdenes ejecutivas sobre inmigración firmadas por el presidente estadounidense Donald Trump el 25 de enero son inquietantes, ya que tienen el potencial de socavar los derechos humanos de los migrantes en este hemisferio.
En primer lugar, cuestionamos la eficacia de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos, ya que probablemente reforzaría las redes de contrabando que cobrarían a los migrantes alta sumas por saltarlo, pasar por abajo o rodearlo. También interrumpiría el comercio y las relaciones entre las comunidades fronterizas, destruiría el medio ambiente local y obligaría a los granjeros, incluidas las tribus indígenas, a entregar porciones de sus tierras.
La historia muestra que a largo plazo los muros fronterizos no funcionan, pues las fuerzas que empujan a las personas a emigrar -pobreza, violencia, corrupción, falta de rendición de cuentas, persecución y perspectivas de una vida mejor- son más poderosas que cualquier muro; lo mejor sería dirigir los recursos a abordar los factores que empujan a las personas a huir de sus países. El desarrollo económico sostenible, y no los muros fronterizos, es la respuesta a largo plazo para la migración irregular.
También nos preocupan las medidas adoptadas para aumentar la detención y las deportaciones, tales como: la reincorporación del programa Comunidades Seguras, el uso ampliado de detenciones y expulsiones aceleradas y el aumento sin precedentes del número de agentes encargados de hacer cumplir la ley de inmigración. Estos mecanismos podrían utilizarse para intensificar las deportaciones, de manera que quebranten el debido proceso para quienes buscan refugio seguro en nuestro país y separen a las familias, muchas de las cuales tienen ciudadanos estadounidenses.
En lugar de implementar tácticas de aplicación severas, instamos a la Administración Trump a demostrar liderazgo en la reforma del sistema de inmigración de Estados Unidos, para que los inmigrantes indocumentados con equidades en este país puedan permanecer y contribuir a mantenerlo grande. Como Red, continuaremos trabajando para proteger los derechos de nuestros hermanos y hermanas que huyen de los desastres naturales, la pobreza y el conflicto en sus países de origen y para proteger a los migrantes durante sus viajes.”