Empoderando a Madres Refugiadas y Apoyando a sus Hijos en Uganda

Los Misioneros de San Carlos – Padres Scalabrinianos en Uganda han lanzado una inspiradora iniciativa titulada Asistencia a Madres Refugiadas con Hijos, destinada a apoyar a las madres refugiadas solteras que viven en el Asentamiento de Refugiados de Nyumanzi. Iniciado en mayo de 2025, el proyecto se centra en brindar formación profesional en moda y diseño, además de ofrecer cuidado y apoyo para el desarrollo de sus hijos a través de un programa integral de guardería.

Cada año, el programa beneficia a 50 madres, organizadas en dos cohortes de 25 participantes. El primer grupo, actualmente inscrito, completará su formación en octubre. El curso, de seis meses de duración, proporciona a las madres habilidades esenciales en sastrería, empoderándolas para ser autosuficientes e integrarse mejor en la comunidad de acogida. Las participantes se seleccionan mediante un exhaustivo proceso que incluye visitas domiciliarias, evaluaciones socioeconómicas y entrevistas, centrándose en la vulnerabilidad, el número de personas a cargo y la motivación para aprender.

Para garantizar el éxito de la capacitación, el proyecto proporcionó máquinas de coser, tela y todas las herramientas y materiales necesarios, como cintas métricas, tijeras, cuadernos y más. Estos materiales se obtuvieron de Kampala y Gulu, debido a la disponibilidad limitada en Adjumani. En tan solo los dos primeros meses, las madres ya han adquirido habilidades prácticas como el uso de máquinas de coser, la medición, el diseño, el corte y la confección de prendas como camisas, faldas y pantalones cortos. El proyecto también integra apoyo psicosocial mediante sesiones grupales regulares en el Centro Scalabrini, fomentando el bienestar mental y el crecimiento personal de los participantes.

Como complemento al programa de capacitación, se ofrece un servicio de guardería especializado que funciona de lunes a viernes de 9:00 a. m. a 12:00 p. m. Esta iniciativa de media jornada atiende a 60 niños, brindándoles un entorno seguro y acogedor mientras sus madres asisten a clases. El programa ofrece comidas equilibradas, actividades recreativas y educativas, y promueve el desarrollo conductual positivo. Cabe destacar que el personal ha observado mejoras en las interacciones sociales de los niños, incluyendo la eliminación de conflictos y comportamientos agresivos. Juntos, estos esfuerzos están ayudando a las madres refugiadas y a sus hijos a sentar las bases para un futuro más estable, digno y esperanzador en Uganda.