Nota a la prensa – Para salvar a los migrantes hoy… ¿se requiere un «mea culpa»?

Roma, 19 de marzo de 2019 – El barco de la ONG Mediterránea permanecía estacionado ayer frente a Lampedusa, mientras que del edificio de gobierno se leía la habitual declaración: «¡No pondrán un pie en Italia!» La Guardia di Finanza había prohibido la entrada en aguas territoriales, pero la Guardia Costera dio luz verde. Mientras tanto, justo en estas horas, la OIM denuncia otras muertes y desaparecidos frente a las costas de Libia. 

«El barco “Mare Jonio”, que enarbola la bandera italiana, subrayo, que ayudó a 49 personas, entre ellas 12 menores, está rodeado por tres barcos patrulleros. Tampoco representó una amenaza inminente para Italia», sostuvo el P. Claudio Gnesotto, presidente de la Agencia Scalabriniana para la Cooperación al Desarrollo. «Ha llegado a lo absurdo: aquellos que salvan vidas hoy en día deberían casi hacer un “mea culpa» por sus acciones humanitarias. Mediterranea solo ha pedido a las autoridades italianas un «refugio seguro» para evitar, como todos esperamos, lo que ya se ha experimentado, por ejemplo, en el conocido Barco Dieciocho. Sin embargo, a nuestras autoridades parece que les importa muy poco que la salud de los náufragos sea precaria, como lo confirman los fondos directos al barco, y que el clima a bordo corre el riesgo de empeorar de hora en hora», continuó el P. Gnesotto.

Los misioneros scalabrinianos que operan en Europa y África reiteran lo que el propio alcalde de Lampedusa está repitiendo en estas horas: el barco «Mare Jonio» es italiano y no hay razón para que no se use el sentido común, se deben aplicar las leyes internacionales y recibirlo, de acuerdo con los artículos 10, 11 y 117 de la Constitución italiana, el derecho internacional y las convenciones internacionales también firmadas por Italia no pueden ser suspendidas por decisiones discrecionales de la autoridad política.