Nueva York, 22 de octubre de 2018
La Red Internacional de Migración Scalabrini (SIMN) opera 250 programas para migrantes alrededor del mundo: albergues, centros comunitarios y parroquias. SIMN administra refugios para migrantes en Ciudad de Guatemala; Tecun Uman, Guatemala; Tapachula, México; y Tijuana, México.
La “caravana” de migrantes de varios miles de personas que salieron de Honduras la semana pasada en un viaje hacia la seguridad consiste de niños vulnerables y familias que buscan asilo en México y los Estados Unidos. Están emigrando en un grupo numeroso para protegerse de traficantes de personas, funcionarios corruptos del gobierno y oficiales de la ley, carteles de la droga y contrabandistas sin escrúpulos.
Para nosotros es claro que los gobiernos de los países del Triángulo del Norte no pueden proteger a sus propios ciudadanos de esta violencia, y que los gobiernos de la región deben, de conformidad con el derecho internacional, brindarles la oportunidad de alcanzar un refugio seguro. En este sentido, damos la bienvenida a la invitación del gobierno mexicano al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para ayudar a evaluar las situaciones de estos migrantes y otros de la región que pueden tener solicitudes de asilo válidas.
Instamos a los Estados Unidos y otros países de la región a unirse a este esfuerzo al aceptar las referencias de los refugiados de buena fe identificados durante este proceso. Denunciamos la explotación de esta trágica situación a través de una dura retórica y amenazas contra esta población vulnerable.
A largo plazo, la comunidad internacional debe abordar las causas fundamentales de este vuelo, la violencia, la impunidad, la pobreza y la corrupción en los países del Triángulo del Norte. Resolver estos problemas es la única manera de brindar una solución sostenible y duradera al desplazamiento forzado de familias y niños en Honduras, El Salvador y Guatemala.