Ciudad de Guatemala, 11 de diciembre de 2018 – En el 70 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) hizo entrega de la Orden Monseñor Juan José Gerardi Condera a los derechos humanos 2018, a cuatro organizaciones, UDEFEGUA, Antigua al Rescate, María Eugenia Berger Fernández y a la Casa del Migrante Guatemala, de los Misioneros de San Carlos Scalabrinianos.
La Orden fue otorgada a la Casa del Migrante por su labor de 25 años a favor de las personas migrantes y refugiadas, así como por su reciente respuesta a la crisis humanitaria causada por la migración de miles de hondureños y salvadoreños, organizados en caravanas y camino al norte.
El director de ODHAG, Nery Rodenas, habló sobre el significado y objetivos de la entrega de la Orden. “La entrega de este reconocimiento tiene como objetivo reconocer la trayectoria en defensa de los derechos humanos y la memoria histórica del país. Es una forma de mantener viva la labor de Gerardi», asesinado el 26 de abril de 1998, unas 54 horas después de presentar el informe Memorias del Silencio, Guatemala Nunca Más, en el que se documentaron más de miles de violaciones a los derechos humanos atribuidas al Ejército de Guatemala durante el conflicto armado interno (1960-1996) que se vivió en el país.
Con la entrega de estos reconocimientos la Iglesia Católica quiere contribuir a la construcción de una sociedad más justa y menos excluyente.
En sus palabras de agradecimiento, el Pbro. Mauro Verzeletti, director de la Casa del Mirante, se refirió al Artículo 3 de la Declaración de los Derechos Humanos, en donde afirma el derecho que tienen todas las personas a movilizarse libremente, a salir y regresar cuando lo necesiten. “Pero no se cumple en todos los países. Espero que las políticas migratorias traten a los migrantes y refugiados de una forma distinta”, manifestó.
Mauro Verzeletti, también agradeció al incansable equipo de trabajo de la Casa del Migrante por su servicio sin límite durante las caravanas de migrantes centroamericanos. También agradeció a las agencias cooperantes, a las personas voluntarias, a los medios de comunicación social y a todas las personas “guatemaltecas de corazón que nos tendieron la mano” dijo.
El Pbro Mauro Verzeletti, concluyó haciendo un llamado a todos para luchar por la justicia y la solidaridad con los migrantes, deportados, refugiados, marginados y excluidos, especialmente con los más vulnerables, como son los niños, niñas y adolescentes, jóvenes y mujeres trabajadoras víctimas de la violencia y del abandono. P. Mauro finalizó su discurso con la siguiente frase: “Una nación se levantará de las cenizas solamente cuando la Democracia y los Derechos Humanos se abrasen y se besen”.
Nota: L. Oliva
Fotografía: Jorge Campos y L. Oliva