Padre Chiarello, superior general Scalabriniano: «Listo para reinventar lo que empezó»
Roma, 31 de mayo de 2021 – El 1 de junio de 1905 murió en Piacenza monseñor Giovanni Battista Scalabrini, fundador de la congregación de los misioneros de San Carlo. Con motivo de la fiesta del Padre de los migrantes, el superior general de la Congregación Scalabriniana, Padre Leonir Chiarello, reflexiona sobre la figura del beato obispo y sobre la llamada fundamental de los misioneros a ser religiosos asistentes de los laicos. Aquí hay algunos extractos de su mensaje titulado Para buscar un nuevo rebaño.
La colaboración fundamental con los laicos
“Los misioneros continuaron yendo más allá de las fronteras, buscando nuevos rebaños. Es una búsqueda que no puede parar, porque los migrantes siguen yendo a otras fronteras, y nos llaman. En este año dedicado al anuncio, ese anuncio de que el Gran Pastor pidió que fuera llevado hasta los confines de la tierra, es un llamado que no podemos ignorar. (…)
No nos llamamos a trabajar en la viña del Señor y no trazamos sus límites. Se trata también de recordarnos que nuestro papel es solo de servicio y el nuestro es solo uno de los muchos ministerios que el Espíritu despierta en el pueblo de Dios, por lo que es necesario saber colaborar con los demás. Los otros primeros son los laicos, que tienen un papel específico en la misión salvífica de la Iglesia. Scalabrini lo sabía bien y no hace falta mencionar aquí las diversas iniciativas que ha llevado a cabo con los laicos”.
Formación, misión, organización
“El XV Capítulo General dejó claro que nuestro papel es el de los religiosos asistentes a los laicos. En este sentido, tenemos que trabajar en tres direcciones.
Capacitación. Se han elaborado ayudas para la formación de los laicos, que también contienen indicaciones metodológicas para el desarrollo de los encuentros. Se trata de material básico, en varios idiomas, que cada asistente puede desarrollar según las necesidades del grupo y el contexto en el que se encuentre. (…) Es bueno recordar que la formación es también encuentro personal, discusión en grupo, lectura de situaciones. Es una presencia junto a quienes buscan vivir su bautismo de manera adulta. Es testimonio.
La misión. (…) Con la guía del asistente religioso, los laicos toman más conciencia de su papel de levadura, ‘tratando las cosas temporales y ordenándolas según Dios’, como recuerda Lumen Gentium. Los laicos no son trabajadores, sino compañeros de viaje en el anuncio y testimonio del Evangelio con migrantes, refugiados, marinos. (…)
La organización. (…) A nivel general, dado que vivimos en un mundo digital, será conveniente crecer en el intercambio de espacios de encuentro, madurar en la participación en el carisma Scalabriniano, aumentar la circulación de iniciativas, conseguir implicados en las oportunidades de intervención y favorecer el encuentro entre las personas”.
«Hermanos catequistas»
“Para nosotros, los Scalabrinianos, la iniciativa del Papa Francisco [quien recientemente estableció el ministerio laico de catequista, ed] es particularmente significativa porque nos conecta inmediatamente con nuestro Fundador, el Apóstol del catecismo. Mientras recordamos al Fundador en el año del anuncio, vemos la invitación a la evangelización de los hijos de la pobreza y el trabajo, la asistencia religiosa a los laicos que comparten la misión entre los migrantes, y la colaboración con los catequistas se fusionan, ‘los Hermanos catequistas’ que Scalabrini había querido desde el principio.
(…) No faltan motivos para admirar, el día que recordamos su muerte, la extraordinaria relevancia del Beato Scalabrini y esto nos llena de alegría. Pero también debe empujarnos a ser hijos dignos de tal padre, dispuestos a reinventar lo que él empezó, a colaborar con los que nos encontremos en el camino y a levantar el telón para buscar un nuevo rebaño”.
Fuente: http://www.scalabriniani.org/c365-attualita/1-giugno-2021-festa-del-beato-scalabrini/