En 1987 el Padre Flor María Rigoni puso en Tijuana la primera piedra de lo que se convertiría en la Casa del Migrante pionera en México, tras 30 años de servicio la Casa continúa recreándose y adaptándose a los cambios migratorios y a las necesidades de sus huéspedes. Si bien siempre han existido aspectos que dificultan nuestra misión, como el endurecimiento de las políticas migratorias y el incremento de la violencia, el 2016 trajo consigo